Gran Scala, el proyecto para levantar en el desierto de Los Monegros el segundo complejo de casinos más grande del mundo, se desinfla.Desde que en diciembre y sobre la alfombra roja de la sede del Gobierno de Aragón, su presidente, Marcelino Iglesias (PSOE), anunciara el que iba a ser "el escaparate de Aragón ante el mundo", han crecido los detractores (asociaciones de vecinos, grupos ecologistas, UGT, CC OO, Cáritas...) y, sobre todo, las sospechas de insolvencia de los promotores, un grupo de 12 inversores extranjeros.