Por primera vez, un tribunal español da la razón a un ciudadano a quien una entidad bancaria, el BBVA, siguió exigiendo el pago de una hipoteca pese a que, a causa de la morosidad, la entidad se quedó con el inmueble en subasta. La Audiencia de Navarra ha ratificado la decisión del juez de primera instancia y considera que «el valor de la finca, no obstante el resultado de la subasta, es suficiente para cubrir el principal de la deuda reclamada».