Los problemas con un grupo clave de enzimas, llamadas topoisomerasas, pueden tener efectos profundos sobre la maquinaria genética tras el desarrollo del cerebro, y potencialmente conducir a trastornos del espectro autista (TEA), según una nueva investigación. Científicos de la Escuela de Medicina de la UNC han descrito un hallazgo que representa un avance significativo en la búsqueda de los factores ambientales detrás del autismo, y da nuevos conocimientos sobre las causas genéticas de la enfermedad. Traducción en
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