Muy bien contada la historia del hombre muerto inventado por los ingleses para engañar a los alemanes, hacerles creer que atacarían Italia desde Grecia y no por Sicilia. Se llamó la Operación Mincemeat. El cadáver dejado por los ingleses fue encontrado en las costas cercanas a Huelva, donde todavía sigue enterrado –en Nuestra Señora de la Soledad– el cadáver de un mendigo que hizo de triunfal agente de contraespionaje semanas después de haber muerto.