Un programa de radio ofrecía cien dólares en combustible a quien hiciera la oferta más original.Así que el señor David Partin llamó y explicó que estaba a punto de ser padre y que bautizaría a su hijo con el nombre que ellos eligieran a cambio del premio.Samantha, la madre, por su parte explicó que si hubiera sido una niña ella le pondría el nombre y que si era un varón quedaba en manos de su marido.Ése era el acuerdo que tenía la pareja. "Así que él tiene la elección. Puede que odie su nombre pero cuando crezca siempre podrá contar la historia