Miles de libios huyen del drama humanitario abierto en Sirte, uno de los últimos bastiones con presencia de tropas gadafistas y ciudad natal del coronel Muamar el Gadafi, aún en paradero desconocido. "No hay comida, no hay medicamentos, y cada noche, durante cinco o seis horas, la OTAN bombardea todo tipo de edificios", relata Sami Abderramán, de 64 años, desde la carretera hacia Sirte, a dos horas la capital libia, Trípoli. "Han muerto cientos de mujeres y niños como si fueran animales", continúa Abderramán desde un centro de refugiados.