Dado que el sarcófago de Chernóbil es altamente radiactivo, y lo será por al menos cien mil años más, los científicos no esperaban encontrar nada vivo ahí dentro. Pero un robot ha hallado una especie de moho que se alimenta, precisamente, de radiación, y que no sólo está vivo sino que prospera por doquier en ese inhóspito ambiente, agarrado a las paredes de la antigua base. ¿Para cuándo Godzilla o los X-Men? (Artículo en inglés.)