La crisis en el fútbol italiano ya es una realidad después de que su actual campeón, Juventus de Turín, y otro dos de sus primeros clasificados en 2005-2006 (Lazio y Fiorentina) hayan perdido la categoría por ser declarados culpables de amaño de partidos y manipulación de apuestas. Condena que conlleva su ausencia en las próximas competiciones europeas. El que se ha salvado a medias de la quema ha sido el Milan, segundo clasificado, que será vetado en la próxima 'Champions'.