Las pantallas flexibles se están desarrollando a una velocidad de vértigo. Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, la UCLA, han ido un poco más allá y han creado un diodo orgánico de emisión de luz, un OLED que además es flexible, lo que permitiría enrollar las pantallas, hincharse y hasta encogerse, lo que abre un mundo de posibilidades para crear, por ejemplo, una piel robótica.