Todo empezó con un paseo por la plaza de Catalunya. Escuchándoles, Celestino Sánchez, de 62 años, se dio cuenta de algo: “Aquellos jóvenes se expresaban de otra forma, pero eran de los nuestros”. No le dio muchas vueltas. Se reunió con un grupo de 17 “compañeros” y decidieron enrolarse en la aventura de la protesta callejera del 15-M. Hoy son ya más de 350, repartidos por Cataluña, Madrid, Murcia, Valencia, Mallorca... “Hay trotskistas, personas del Partido Socialista, gente de UGT, maoístas...”