Hay un hilo conductor en la narración de Rosa, una de las protagonistas, la música callada de Ziryab, también llamado El Pájaro Negro, —de ahí el título del libro—, que revolucionó las costumbres andalusíes del siglo IX y que desembarcó en las costas de Cádiz rumbo a Córdoba, desde Bagdad. Subsiste un pesar constante, la muerte en atentado de Alejandra Butler, su compañera, cuya presencia y ausencia marcan el argumento, en noviembre de 2004, en los alrededores de la mezquita de Abu Hanifa, al noroeste de Bagdad.