A finales del siglo VI, en Constantinopla había un patriarca conocido como Juan “El Ayunador”, que ayunaba frecuentemente y daba numerosas limosnas. Pero este virtuoso hombre tenía un defecto: el orgullo. Y el orgullo era el que le hacía tener envidia del jefe supremo de la Iglesia, el Papa de Roma, en aquel momento, Gregorio I. Tal es así, que un día tuvo la desfachatez de enviar una carta al Papa firmando como “Juan, obispo de toda la tierra, es decir, jefe de toda la Iglesia”.

Cazurro nos muestra en su blog de fotografía el patio de la Mezquita Azul de Turquía en una panorámica 360º

El Foro de Constantino fue construido en la fundación de Bizancio inmediatamente fuera de las murallas. Era de forma circular y tenía dos monumentales puertas a Oriente y Occidente. La columna de Constantino, que aún se encuentra en posición vertical y se conoce como Çemberlitaş, fue erigida en el centro de la plaza. Originalmente fue coronada con una estatua de Constantino, pero esta cayó abajo en 1106 y fue reemplazada una Cruz de Manuel Komnenos (1143-1180). El foro permaneció casi intacto hasta 1204.

El personaje que inaugura esta sección no es nada más ni nada menos que Mehmet el Conquistador, Sultán otomano entre 1451 y 1481, y que pasó a la historia por su conquista de Constantinopla (actual Estambul) el 29 de mayo de 1453.

Un viajero francés que visitó Constantinopla en el siglo XVI relata en su libro de viaje un hecho del que fue testigo y que le llenó de asombro. En mitad de la populosa ciudad, en el centro de uno de sus mejores barrios cerca de Santa Sofía, contempló incrédulo como unos muchachos abrían un agujero en el suelo en donde pescaban peces que parecían provenir de las mismas entrañas de la tierra. Los conocían como Peces de Tierra y al parecer, resultaban ser un plato delicioso. Naturalmente este increíble prodigio tiene una sencilla explicación...

Tal día como hoy, un 29 de Mayo, hace 556 años, en el 1453,los defensores de Constantinopla ocupaban sus puestos en las murallas, preparados para resistir el que sería el asalto final de los otomanos sobre su ciudad. Una fanfarria de trompetas y un redoble de tambores marcó su inicio cuando aún era de madrugada. El honor de ser los primeros en marchar sobre la ciudad cayó sobre los Bashi-bazouk un cuerpo de mercenarios en el que aparte de turcos, eslavos o italianos también se contaban griegos.Su única paga sería el botín que pudieran conseguir

En 1910 se inauguró oficialmente la plaza de toros de la ciudad turca de Constantinopla. En su inauguración torearon los maestros José Fernández Chico de la Camila, Negret y Frutitos, que optaron por no matar a los astados para no excitar más los ánimos, ya de por sí calientes, pues al parecer los espectáculos taurinos no eran del agrado del público turco.

En la noche del 24 de Mayo del 1453, la Luna, el símbolo de Constantinopla, desapareció del cielo de la ciudad por más de tres horas a causa de un eclipse, trayendo a la memoria de los bizantinos sitiados una antigua profecía de Constantino, el fundador de la ciudad, según la cual la ciudad sólo sobreviviría mientras la Luna brillase en el cielo. Este sólo sería el primero de una serie de malos augurios, que acabaría cuatro días más tarde cuando toda la ciudad fue cubierta por una niebla...

El martes 29 de Mayo de 1453 las tropas turcas otomanas entraban en Constantinopla. Esta fecha marca el fin del Imperio romano de Oriente, y según algunos historiadores, marcó el fin de la Edad Media en Europa. La caída de Constantinopla causó una gran conmoción en Occidente, se creía que era el principio del fin del cristianismo. Los cronistas de la época confiaban en la resistencia de las murallas y creían imposible que los turcos pudieran tomar la ciudad. Sin embargo, las consecuencias fueron positivas para Occidente