Os dejo con un texto de mi compañero José Ignacio: Por cansancio, no obedeceré; por dignidad, no obedeceré; por cariño a la gente que me roza y me cuida, no obedeceré. Por compasión con los desconocidos, no obedeceré, por respeto a quienes me engendraron y educaron, no obedeceré; por conservar la esperanza, no obedeceré. Para no avergonzarme, no obedeceré, para sobrevivir con alegría, no obedeceré. Acabo de recibir la desestimación judicial del recurso interpuesto contra la prohibición gubernativa de la concentración (...)