Media docena de valores con denominación de origen española saca pecho frente a sus homólogos europeos. Su perfil defensivo, su cómodo liderazgo, su brillante gestión, su particular coyuntura o su componente especulativo les ha catapultado a lo más alto. El Ibex está aguantando el chaparrón con la cabeza bien alta. Aunque los grandes valores no han podido esquivar la oleada de números rojos que inunda los parqués, media decena de compañías españolas está dejando muy alto el pabellón de nuestro país, frente a otras firmas competidoras europeas.