En medio de la destrucción ocasionada, en este caso, en Varsovia durante la II Guerra Mundial, el fotógrafo y su ocasional modelo se disponen, mediante un tapiz bucólico, a levantar unas vidas (y una ciudad) que las bombas nunca lograron doblegar. Un segundo fotógrafo nos descubre su ilusionante empeño al estilo de estas otras imágenes de aquella contienda aunque en otro lugar.