las recalificaciones llevadas a cabo por el PP han supuesto la desaparición de 71 parcelas tal como estaban previstas en el PGOU, en concreto, 35 escolares, 25 destinadas a otros servicios públicos y 11 programadas inicialmente en el PGOU para zonas verdes, suelo deportivo y suelo industrial. Censuró que "más de la mitad de estas recalificaciones y cambios de uso han beneficiado a intereses lucrativos y a la Iglesia Católica" porque "se ha primado el interés privado sobre el general".

Lo de la imagen es Arroyomolinos, a unos 20km de Madrid. Es un pueblo normal y corriente que ni ha salido en las noticias ni tiene nada reseñable excepto que está al lado de un gran centro comercial con pista de nieve cubierta. Hace 10 años solo era el área que he señalado con un 1, después creció y pasó a ser lo que he señalado como 2, más tardé creció la zona 3 y después se desató la locura total y ahora mismo lo señalado como 4 es lo que será el pueblo en 2 o 3 años. Aproximadamente ha multiplicado por 20 su extensión.

El ‘boom’ de las recalificaciones no es sólo cosa de la Costa del Sol. Las playas de Vizcaya también están sufriendo los azotes de la especulación inmobiliaria, que casi siempre beneficia a empresarios próximos al PNV. Es, sobre todo, el caso de Bakio y Barrika, pero también el de un municipio del interior como Derio.

No es el primer club de fútbol que propone que le recalifiquen unos terrenitos y después se embarca en obras (o fichajes) monumentales (o galácticos). La propuesta de Vicenç Grande, presidente del RCD Mallorca, es construir tres rascacielos de 176, 112 y 107 metros de altura respectivamente. Entre edificios, centros comerciales y demás instalaciones, se calcula que se podrían ocupar 200.000 metros cuadrados. El proyecto es de gran impacto urbanístico, en una isla donde el edificio más alto actualmente tiene 65 metros de altura.

Autor: Forges Periodico: El País

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), Ricardo Aroca, considera una "lacra social" la corrupción urbanística y propone una moratoria de unos años en los que no se recalifique "absolutamente nada", porque, a su juicio, "en el país hay suficiente terreno calificado para muchos años".