En el futuro, las personas con asma grave y a las que los medicamentos no les devuelven un ritmo de vida normal, podrían encontrar ayuda en la termoplastia bronquial. Se trata de una técnica endoscópica que aplica sobre los bronquios una corriente eléctrica que se transforma en energía térmica. El objetivo es reducir la musculatura y, de esta forma, prevenir las crisis asmáticas. La energía por radiofrecuencia es la base de este nuevo tipo de broncoscopia. Gracias a ella, los neumólogos pueden exponer los músculos de las vías respiratorias ...