Antes de que se produzca la agresión, su cerebro ya ha calculado la localización de la inminente amenaza y un plan de escape. (Aunque biológicamente hablando no tienen cerebro si no cúmulos neuronales). Investigadores del Instituto de Tecnología de California han utilizado imágenes digitales a alta velocidad y resolución de moscas de la fruta, enfrentadas a una posible captura y han descubierto dónde reside la gran habilidad de estos animales para escapar al matamoscas. El estudio se publica en la revista 'Current Biology'.