En las pasadas Navidades se instaló en la plaza de San Pedro un gigantesco abeto de 33 metros procedente del Parque Nacional de Sila, en Calabria. Esta Navidad los italianos van a batir su propio y ridículo récord. Un abeto de 35 metros de alto, dos más que el calabrés, procedente de la región alpina italiana de Trentino, será colocado en el Vaticano junto al tradicional Portal de Belén. El árbol es un regalo al papa de cinco localidades de Val Badia, obsequio con el que pretenden subrayar su “generosidad y religiosidad”.

Este año el árbol de Navidad del Vaticano, el más grande de su historia, es un gigantesco abeto de 33 metros procedente del Parque Nacional de Sila, en Calabria. Y como a todo hay quien gane en este despilfarro medioambiental, el récord mundial lo ha logrado Río de Janeiro: su árbol es una estructura flotante instalada en medio de un lago, con 82 metros de altura, 450 toneladas de peso y 2,8 millones de luces.

Los alumnos del último curso de la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid llevan 47 años cumpliendo con la tradición de vender árboles de navidad en la propia facultad. En su página web explican el porqué de esta tradición con más detalle. Por cierto, los precios de los abetos van desde los 13€ hasta los 160€.

Estará situado en pleno corazón de Puerta Real, en la zona peatonal del Suizo. Será un abeto de mimbre metal, cargado de microluces y tubos de neón, con 15 metros de altura