La aparición de Gervasio Rolando Rodríguez Acosta en la trama de corrupción de Pokémon devolvió a la actualidad a los cerca de 60 trabajadores que formaron la plantilla de Rubber, en Fene, quienes padecieron las vicisitudes de la quiebra de esta empresa, creada con importantes ayudas públicas y que se dedicaba al recauchutado de ruedas. Fue el administrador entre los años 1996 y el 2000, precisamente cuando la firma fue descapitalizada y acabó en quiebra.