La topología, la especialidad de Grisha Perelman, tiene el más encantador de los orígenes. La ciudad de Königsberg, que tenía siete puentes para salvar el complicado trazado del río Pregel. Henri Poincaré, quien desarrolló sistemáticamente los fundamentos de la topología a principios del siglo XX. Su éxito fue espectacular, pero se dejó pendiente un problema grave en forma de suposición, que pasó a llamarse conjetura de Poincaré. Hicieron falta cien años para que Grisha Perelman lograra demostrarla, convirtiéndola en un teorema.