A quienes apoyamos la Iniciativa Legislativa Popular contra las corridas de toros en Cataluña, así como a quienes celebramos el resultado de la votación en el Parlamento catalán el pasado 28 de julio, que ha supuesto la prohibición de esa práctica en aquella Comunidad a partir del 1 de enero de 2012, nos han acusado (entre otros cargos que van de discutibles a ofensivos, pasando por absurdos e irrisorios) de catalanismo. Son acusaciones espurias, es decir, basadas en falsedades: hay que recordar, una vez más, que la ILP ha sido impulsada .....