Hace pocos años, los físicos solares que fueron testigos de una ola imponente de plasma caliente en toda la superficie del Sol, dudaron de sus sentidos. La magnitud de la onda fue asombrosa: se levantó más alto que la propia Tierra y se expandido desde un punto central, en un patrón circular, millones de kilómetros. Observadores escépticos indicaron que podría ser una sombra de algún tipo, algún fallo del satélite, pero seguramente no una ola real. "Definitivamente fue una ola", mencionó Spiros Patsourakos (mas info en el comentario
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