Los responsables de una asociación estaban organizando charlas o talleres en los que publicitaban y distribuían "yajé", una sustancia a la que atribuían beneficios y propiedades como la "purificación del alma y del cuerpo". La Policía averiguó que los sospechosos, informaban en restaurantes vegetarianos de los usos y propiedades de esta sustancia, que según ellos servía para la relajación, viaje astral o telepatía y tenía capacidad de curación, de dar fuerza, de comunicación con espíritus, de hechizar y aprendizaje de "ícaros" o adivinaciones