La playa de Sant Antoni de Cullera se convierte cada mañana, durante los meses de julio y agosto, en un particular circuito urbano de Fórmula 1, donde todos los bañistas, preparados con sus sombrillas y hamacas, esperan el pistoletazo de salida para conseguir la "pole position", es decir la primera línea de playa. Todavía el reloj no marca ni las 7 de la mañana y el sol apenas despunta cuando varios grupos de hombres y mujeres aguardan a que las máquinas de limpieza finalicen su trabajo y así poder acceder a la playa.