Estos nuevos sistemas de comunicación han conseguido atrapar a dos colectivos "raritos": los famosos y los egocéntricos periodistas. Justo ahí radica el peligro de esta rede social. Hay tres grupos de personas en Twitter: uno que tiene cosas que contar, otro que actúa de "voyeur" y un tercero, la mayoría, que nunca estuvo tan cerca de aquellos que idolatra u odia. No me olvido de un cuarto grupo donde está la gente normal, sensata y coherente que lo único que quiere es comunicarse.