El letrero que han colgado sobre una pileta de mármol en la Basílica de la ciudad de Salta, norte de Argentina, sugiere que tienen un grave problema con el agua bendita. Se aclara, combinando chillonas letras en amarillo y rojo, que “el agua bendita es un sacramental, una ‘cosa’ sagrada”. Y que por ende, hay muchas cosas que uno no puede hacer con ella: "No la tire al piso". "No la use como remedio". "No la use mal (para curanderías, brujerías, etc.)". La explicación de por qué no hay que hacer estas cosas es sencilla: “Esto no agrada a Dios".