Unos veinte años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, entre 1966 y 1967, y tras salir de la cárcel donde cumplía condena por crímenes de guerra, Baldur von Schirach recibía la réplica del Anillo de Honor de la Filarmónica de Viena que había obtenido en 1942 y aparentemente perdido después. Los historiadores dan por seguro que fue así, pero el acto, que no fue oficial, sigue rodeado de misterio e incógnitas.