Hasta hace muy poco era difícil leer “textos digitales”, la pantalla del ordenador no era el medio más adecuado. No sólo por la pantalla y su poca resolución (en pixels por centímetro cuadrado), también por la posición, para leer textos largos hace falta, además, una postura cómodo y relajada: la cama, el sofá, un sillón…