Cuando el Rey Juan Carlos visitó al equipo Hispania Racing Team en el Gran Premio de Bahrein quizás ignoraba que estaba acudiendo a animar a un equipo que, de español, en estos momentos tiene poco o nada. Pasó el tiempo de vender la españolidad de Hispania como uno de sus rasgos distintivos. Campos Meta nació como un equipo español y con vocación de tal para organizar su infraestructura y plantilla incluyendo, cuando menos, a algún piloto también español. Hispania, por el contrario, ha nacido para dejar de serlo.