El acróbata sube por la escalera para, a continuación, cruzar a muchos metros de altura, una cuerda que se extiende sobre la pista. Los espectadores en vilo. Él, gracias a su experiencia, es capaz de mantener el equilibrio. En esencia, mantener el equilibrio sobre la cuerda consiste en lograr que el centro de gravedad y el punto de apoyo estén en la misma vertical, donde actúa la fuerza de gravedad. Si hay desplazamientos, el cuerpo se irá hacia un lado, en un desenlace fatal.