La madre de Lewis, un niño de tres años, todavía no puede creerse que él fuera capaz de abrir la puerta de la lavadora. Rachel Wrench, de 24 años y madre de cuatro hijos, todavía se culpa por lo ocurrido y confiesa estar devastada tras la tragedia en la que su hijo se ha dejado parte de uno de sus brazos. De alguna manera, la puerta, que debería haber permanecido cerrada mientras la lavadora estaba funcionando, se abrió. Lo siguiente que recuerda la madre de Lewis es oír los gritos de su hijo que se agitaba de dolor. "Había sangre por todas pa