Un yacimiento chino, cercano a Mongolia, conservaba entre los sedimentos de hace unos 130 millones de años el esqueleto de un diminuto reptil volador, el más pequeño de su género que se ha descubierto hasta ahora. El diminuto pterosaurio, bautizado como Nemicolopterus crypticus, tenía una envergadura, con las alas abiertas, de tan sólo 2,5 centímetros y, a tenor de sus rasgos físicos, se cree que vivía sobre los árboles, como los pájaros.