Un estudio realizado por dos científicos, Oliver y Zibtsev, de instituciones Europeas y Norteamericanas han analizado el siguiente escenario, destacando su potencial peligrosidad: Durante 26 años, los bosques alrededor de Chernobil han estado absorbiendo elementos radiactivos, en caso de incendio los radioisótopos se enviarán hacia el cielo una vez más, reviviendo la catástrofe nuclear.