La guerra entre la FIA y Ferrari va tomando tintes caricaturescos. El presidente del máximo organismo automovilístico, Max Mosley, reveló ayer que se enteró de que la Scuderia había demandado a la FIA en los tribunales franceses por la nueva regulación para la Fórmula 1 en 2010 a través de un mensaje de texto que le envió Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, a Stefano Domenicali, director deportivo del equipo, durante la reunión entre FIA, Ecclestone y equipos en Londres el pasado viernes.