En EEUU iniciado por etiquetas como #MeToo o #balancetonporc (“denuncia a tu cerdo”) han establecido rígidos y puritanos códigos de conducta donde a veces un simple e inofensivo coqueteo se considera abuso sexual y el hombre queda exhibido como el peor ofensor sexual del planeta y de siglos. No debe sorprender a nadie que ahora empiecen a brotar listas de "acosadores" como zetas en el bosque, si es el caso lo justo y razonable es que se diga porqué es acosador y lo más importante que sean tribunales quienes decidan su inocencia o culpabilidad y no las redes sociales que muchas veces han sido verdaderos linchamientos que podrían hacer ruborizar a la santa inquisición.
En EEUU iniciado por etiquetas como #MeToo o #balancetonporc (“denuncia a tu cerdo”) han establecido rígidos y puritanos códigos de conducta donde a veces un simple e inofensivo coqueteo se considera abuso sexual y el hombre queda exhibido como el peor ofensor sexual del planeta y de siglos. No debe sorprender a nadie que ahora empiecen a brotar listas de "acosadores" como zetas en el bosque, si es el caso lo justo y razonable es que se diga porqué es acosador y lo más importante que sean tribunales quienes decidan su inocencia o culpabilidad y no las redes sociales que muchas veces han sido verdaderos linchamientos que podrían hacer ruborizar a la santa inquisición.
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