30 enero Abstraído me quedo mirando el quicio de la puerta, esperando que fluyan las palabras, que broten las ideas. Esperando que el lenguaje aprendido durante mi vida me ayude a abrir nuevas puertas, que me conduzcan a habitaciones inexploradas. O que ese mismo lenguaje me ayude a salir de ellas. Sumo los afectos y consigo seguir caminando, aunque el frío me resta fuerzas y mi corazón se divide entre las personas amadas. Multiplico mi valor en el fragor de la lucha. Qué fáciles son las matemáticas, permiten …