En 1976 se cocinaron dos discos que cambiaron la historia de la música popular. El primero, ‘The Ramones’, se publicó en la etapa más decadente de Nueva York. Destacó por sus estribillos espídicos y por sus letras sobre chaperos, esnifar pegamento y resolver conflictos a golpe de bate de beisbol. Su hermano gritón, ‘Never Mind Bollocks, Here`s The Sex Pistols’, se grabó ese otoño en Londres, escupiendo toneladas de bilis contra la clase alta británica.