El siete veces conseller (de palos tan distintos como Presidencia, Obras Públicas, Empleo, Bienestar Social, Territorio, Sanidad e Inmigración) ha sido políticamente dado por desaparecido varias veces. Y por muerto. Pero resucita. «Carlos», su nombre de guerra, estaba resuelto a instaurar la dictadura del proletariado a través de la lucha armada y la movilización de masas. Una vez fue detenido en la frontera de regreso de una reunión del exilio en Francia. Tras ser defenestrado como consejero de Lerma, pasó a formar parte del PP.