Cuando hablamos de cuidado de la piel del cuerpo además de las manos y los pies que son los eternos olvidados, hay otra zona que probablemente estés pasando por alto. Y no es otra que tus glúteos. Y como han vaticinado los coreanos con esta nueva mascarilla, ¡tu culo necesita una tregua!

Gran culo... pequeña pistola. ¡Di hola a mi pequeño amigo!

El presidente saliente del senado, Efraín Cepeda, estaba dando su discurso de despedida cuando de repente, sin mediar ninguna palabra, Mockus pasó al frente del recinto y se bajó los pantalones, dando la espalda a la totalidad de los miembros del Legislativo.

Que las jóvenes no cedan el asiento a las mujeres mayores es solo la segunda cosa más maleducada de esta foto. Os animo a encontrar la número uno.…

Con 28 años Star Delguidice ha gastado alrededor de 260.682€ en cirugías plásticas. La joven voló hasta Turquía para colocarse unos implantes que duplicaban el tamaño recomendado para su cuerpo. “Mis implantes son demasiado grandes y no me acostumbro a sentarme sobre ellos”, explicó Star, agregando que a veces siente como se mueven dentro de ella y que debido a esto los quiere fuera de su cuerpo.La joven cuenta cómo no logra acostumbrarse y además sufre de ataques de pánico debido al miedo de que en cualquier momento exploten.

Un joven catalán de 19 años ha decidido tatuarse el rostro de Carles Puigdemont en el trasero, según cuenta movido por la fascinación que le generó primero el envite al Estado del referéndum de independencia el 1-O y su posterior huida a Bruselas.

Canon compuesto por Mozart de una belleza abrumadora

LETRA:

Leck mich im Arsch!
Laßt uns froh sein!
Murren ist vergebens!
Knurren, Brummen ist vergebens,
ist das wahre Kreuz des Lebens,
das Brummen ist vergebens,
Knurren, Brummen ist vergebens, vergebens!
Drum laßt uns froh und fröhlich, froh sein!
 
TRADUCCIÓN:

¡Bésame el culo!
¡Alegrémonos!
¡Quejarse es inútil!
Murmullar, mascullar es inútil,
es la verdadera miseria de la vida,
mascullar es inútil,
¡murmurar, mascullar es inútil, inútil!
¡Así que estemos contentos y felices, alegres!

No era, faltaría más, la primera vez que enseñaba mis nalgas. Ni tampoco la primera vez que alguien las tocaba. Pero nunca habían examinado mi trasero con un interés tan “científico”. Me quité los pantalones en una calurosa tarde de junio y coloqué mis nalgas en el campo de visión de Sandra, a escasos centímetros de ella. Yo estaba parada y ella, detrás, sentada en una silla. Casi podía sentir su aliento mientras iba desgranando los secretos que esconden (para quien sabe descifrarlos) las líneas, lunares y formas de mi trasero.

Un hombre con almorranas confundió durante la gala de Eurovisión el escenario con la consulta del médico. Todos quedaron anonadados al verlo.