Y es que por alguna razón un adolescente taiwanés de 13 años decidió que sería buena idea conectar un USB a su pene ¿querría comprobar si se cargaba? Pero no se limitó a la puntita, sino que se metió 20 centímetros de cable por la uretra hasta tocar con la vejiga. No sabemos las dificultades que encontró al introducírselo -fácil no tuvo que ser- pero su drama comenzó cuando intentó extraerlo y se topó con que no podía sacarlo. Momento en el que tomó la sabia decisión de ir al médico.

Seguro que sí. “Hola, me llamo Yael y tengo 10 años”. Tal vez no llegó a ser tan, tan conocido como el “Hola, soy Edu. Feliz Navidad”, pero poquito le faltó. (Por cierto, ¿qué fue de Edu?)

Twitter no solo sirve para opinar o criticar. También es usado por adolescentes para pedir las cosas más extrañas. Para muestra esta joven estadounidense, Kayle, que pidió ayuda para sacarse un martillo de la boca.

Bevin Benson ha sido premiada con 2500 dólares gracias a la beca "PEO star" que se concede desde el 2009. Estudiará en la Universidad de Princeton.

Un adolescente de 15 años logró casarse con su novia de 73 años tras amenazar con el suicidio. El joven, Selamet Riyadi, se enamoró apasionadamente de Rohaya binti Kiagus Muhammad Jakfar cuando la anciana se ocupó de él que estaba enfermo de malaria. El chico le pidió la mano a esa divorciada en 2 ocasiones. "Dado que el es menor, decidimos que la boda fuera privada" y celebrada por un religioso,explicó Cik Ani,el jefe de la aldea. Una forma de "evitarles cometer un pecado" añadió Ani en referencia a las relaciones sexuales fuera del matrimonio