El “deshielo” político en la Unión Soviética durante la década de 1960 provocó un cambio similar en la fotografía. Las imágenes de propaganda oficial pasaron a un segundo plano frente a momentos vibrantes y sinceros de la vida real. Vladimir Lagrange , que tuvo pasión por la fotografía desde muy joven, capturó a amigos, familiares y extraños al azar a través de su lente. En 1959, con sólo 20 años, inició su carrera como fotoperiodista para TASS, la principal agencia de noticias del país.