"Mi coño paga impuestos toda la vida" es el eslogan de la multitudinaria manifestación que prostitutas y otras trabajadoras del ocio japonesas celebraron el pasado fin de semana en la capital nipona. Con ello pretenden denunciar el descenso del volumen de negocio que están sufriendo a causa de la introducción al mercado de cada vez más avanzadas réplicas de vaginas, bien electro-mecanizadas o con materiales que simulan el tacto del interior de los genitales femeninos.
Aproximadamente, unas 3.000 trabajadoras del sexo recorrieron las céntricas calles de Tokio, escoltadas por…