Según recientes y documentados estudios, la famosa Batalla de las Termópilas, que se libró en el año 480 antes de Cristo entre griegos y persas, pudo tratarse de un ataque de falsa bandera. En algunos grabados de la época, estudiados con minuciosidad, se puede ver con claridad cómo las lanzas de los persas no llegaban a tocar los cuerpos de los griegos, que se hacían los muertos. También se han encontrado flechas con la punta roma, de lo que se deduce que no pudieron herir a nadie con ellas.