La amenaza dejó sin palabras al fiscal, y obligó a éste a pedir un receso, que fue inmediatamente aceptado por el tribunal. Algunos de los magistrados salieron con lágrimas en el rostro. "No podemos permitir este tipo de amenazas al pueblo español. El acusado será castigado con todo el peso de la ley por esta amenaza desproporcionada a la salud pública" afirmó uno de éstos.