La popular política Celia Villalobos ha dimitido de su cargo, que ahora no recuerdo cuál es, después de que un indeseable, probablemente relacionado con Podemos, la haya grabado, en vertical, con su móvil de última generación, mientras jugaba a Candy Crush sin meterse con nadie.

"El juego se me estaba dando de puta madre", ha declarado Celia, "hasta que ese desgraciado ha empezado a joder con su puto móvil". "Para más inri, los rojos", añadió la Villalobos refiriéndose a los caramelos, "no dejaban de tocarme los cojones y no he podido sacar adelante la partida. Después de eso no he tenido más remedio que dimitir de forma irrevocable".