El estudio, publicado este mes en el la revista The Lancet, se realizó sobre una población de cien individuos que se llevan conectados a Menéame más de una hora diaria. Los resultados son concluyentes: el 56% se podían catalogar de trolls, mientras que el resto competía por comentar algo gracioso en las noticias de ciencia que no la entienden ni el que lo envía.