Convengamos que es verdad que Hugo Chávez fue un infiltrado de los castristas en las filas de las Fuerzas Armadas de Venezuela para implosionar el sistema desde dentro hacia afuera. Después de todo, en sus casi 200 años de historia en este país, los gobiernos civiles no son más que un pestañeo y Fidel sabía que era con la estrategia de anular las armas y no con el método de propalar las ideas, que se podía conquistar una nación sin incurrir en los costos de una guerra de desgaste.
Por los mismos años en los que Fidel comenzó a injertar sus cuadros en las Fuerzas Armadas venezolanas, resulta…