El dueño del bar Antonio, que se hizo famoso por el anuncio de la lotería de 2014, ha declarado a los medios que ha caído en picado la venta de participaciones en su establecimiento.
Aduce que la mayoría de los parroquianos, cuando les pregunta si van a coger lotería, le dan una palmadita en la espalda y, guiñándole un ojo, anuncian que "ya se la llevarán cuando tengan algo de suelto". Antonio ha declarado que las primeras veces se lo creyó, "de bueno soy gilipollas, ¿saben?", pero que a partir de la quinta o sexta ya empezó a olerse el pastel.
"Ahora esta panda de…