Investigadores españoles de la Universidad de Murcia han creado una vacuna que inhibe una proteína que parece ser la causa de que algunas personas tengan aversión a las vacunas. La vacuna consiste en un virus modificado genéticamente que libera un aminoácido que se adhiere a la cadena proteica en cuestión, cambiando su comportamiento en las sinapsis de los neurotransmisores de manera que el sujeto se convierte en un ser racional y pide bravas y tal.
El problema que están encontrando los investigadores es que no encuentran sujetos antivacunas dispuestos voluntariamente a usarla, por lo que abogan por la obligatoriedad y que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado inmovilicen a los díscolos para vacunarlos a la fuerza, como la Ciencia manda.